miércoles, 31 de agosto de 2011

REQUERIMIENTO DE LIPIDOS


La grasa de la dieta proporciona estructura a todas las membranas celulares, forma parte también de la capa aislante alrededor de los nervios, es la base de muchas hormonas, es necesaria para la absorción de vitaminas liposolubles, y es un importante combustible para los músculos. 

Los gramos estimados de grasa en la dieta son alrededor de 1,2 gramos por kilogramo de peso corporal. Debido a la ingestión de altas cantidades de grasas saturadas asociadas con las enfermedades crónicas, la cantidad recomendada de grasa saturada en la dieta debe ser inferior al 10%.

El tejido adiposo almacena la grasa en forma de triglicéridos. Durante el ejercicio, los triglicéridos se descomponen en ácidos grasos que son metabolizados para producir energía para la contracción muscular. Los ácidos grasos son utilizados como fuente de energía en el músculo como en un ensayo largo, cuando el cuerpo está continuamente haciendo ejercicio o una rutina por más de 20 minutos. Una dieta demasiado baja en grasas puede tener consecuencias graves de salud y en última instancia, puede perjudicar el rendimiento físico.

Fuentes de lípidos saludables:

Acidos grasos monoinsaturados
Dentro de  ellos podemos destacar el ácido oleico que es muy abundante en el aceite de oliva. Además, estos ácidos grasos se encuentran en el aceite de girasol, la carne de cerdo y algunos frutos secos, sobre todo en las almendras. También los podemos ver en el maní, la palta y el aceite de canola.
Son beneficiosos en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ya que contribuyen a aumentar en nuestro organismo los niveles de lipoproteínas de alta densidad HDL (o “colesterol bueno“) que se encargan principalmente de retirar el exceso de “colesterol malo” de nuestros tejidos.
Se recomienda consumir entre un 10 y un 15 por ciento del aporte calórico total.

Acidos grasos poliinsaturados:
Son conocidos como grasas esenciales y no pueden ser sintetizados por el organismo humano. Podemos distinguir dos tipos de ácidos grasos poliinsaturados: omega 3 y omega 6.
  • Acidos grasos omega 6: destacamos el ácido linoleico principalmente. Se encuentran en el aceite vegetal de semillas (girasol y cártamo, soja, maíz)
  • Ácidos grasos omega 3: principalmente el ácido linolénico. Presente en los pescados grasos (pescados azules) y los aceites de pescados y marisco, además de en los aceites de semillas y en las verduras de hoja verde. 

Los acidos grasos poliinsaturados  hacen que disminuyan los niveles de colesterol total y LDL.  Se recomienda una ingesta del 2,5 por ciento del aporte calórico total e ingerir de una a tres raciones semanales de pescado azul.

lunes, 22 de agosto de 2011

FATIGA Y MICRONUTRIENTES


Durante la práctica de ejercicios nuestro cuerpo es sometido a un estado de estrés fisiológico acompañado con el uso de nutrientes que deben ser recuperados. Sin embargo, el resto del día o posiblemente durante el inicio de este, nuestro cuerpo puede sentirse bajo un estado de cansancio o fatiga lo cual se manifiesta por bajos niveles de energía. En ausencia de alguna enfermedad subyacente las vitaminas y minerales están íntimamente involucrados con estos síntomas ya que forman parte fundamental de los procesos bioquímicos de generación de energía celular.

La energía se obtiene a partir de los alimentos que nos proveen de nutrientes como los carbohidratos, las proteínas y las grasas. En nuestro organismo la energía contenida en los alimentos es liberada y finalmente producimos una “moneda energética” llamada ATP. Para la formación de la molécula de ATP se requiere de diversas reacciones enzimáticas las cuales son apoyadas con la presencia de coenzimas y cofactores los cuales provienen de las vitaminas y los minerales. Entre ellos tenemos a la vitamina B1,  ácido pantoténico, vitamina B2, la biotina, el hierro y el azufre. En caso de déficit de estos micronutrientes el metabolismo energético se ve comprometido.

El déficit leve de micronutrientes puede asociarse con malestar general y fatiga, menor resistencia a las infecciones o afectar los procesos mentales como la memoria, concentración, atención y el estado de ánimo. Respecto a los minerales y elementos traza en general, el ejercicio vigoroso conduce a pérdidas mayores, en particular de magnesio, hierro, cinc y cromo, por sudor y orina. En cuanto a las mujeres  el déficit suele ser más incidente en minerales como calcio, hierro, magnesio, cinc y vitaminas del complejo B.

Así como los micronutrientes resultan importantes ya que desempeñan un papel principal en la producción de energía, también están involucrados en la síntesis de hemoglobina, el mantenimiento de la salud ósea, la fuerza y una función inmune adecuada.

Diferentes estudios han comprobado la importancia de los micronutrientes en las diferentes respuestas fisiológicas de nuestro organismo hacia la actividad física.

  • El magnesio, cinc y cromo se relacionan con la capacidad de aumentar el gasto energético y el trabajo.
  • El déficit de magnesio incrementa los requerimientos de energía durante el ejercicio y tiene efectos adversos sobre la función cardiovascular. Por ello, los suplementos de magnesio aumentan la fuerza y mejoran el desempeño físico.
  • El déficit de cinc afecta la función cardiorrespiratoria durante el ejercicio.
  • El calcio, es esencial para la excitabilidad de nervios y músculos y activa varias reacciones como la oxidación de ácidos grasos y secreción de insulina.
  • El fósforo es un componente estructural de los nucleótidos, ATP y creatina fosfato los cuales son fuentes inmediatas de energía.
  • El hierro forma parte de la hemoglobina y mioglobina (transporte de oxígeno) y de la cadena respiratoria.
  • El déficit combinado de tiamina, riboflavina, vitaminas B6 y C se asoció con una disminución del desempeño físico.
  • El déficit de folato y vitamina B12 reduce el trabajo de resistencia.
  • Los niveles de riboflavina (vit B2) disminuyen durante los períodos de ejercitación en comparación con la población estudiada que no realizó ejercicios.


http://labotikadeanatolia.blogspot.com/

Los micronutrientes pueden ser encontrados en una infinidad de alimentos que la naturaleza nos otorga, mientras nuestra dieta sea variada y saludable podremos evitar el déficit de estos. Para conocer cuál es tu estado nutricional actual puedes solicitar la consejería de un nutricionista para que realice una adecuada evaluación de tu ingesta. El consumo de suplementos vitamínicos será solo necesario en caso el personal de salud capacitado te lo indique.